SOBRE EL DOLOR

Mindfulness y dolor

Cierto que Buda dijo que el dolor era inevitable y que el sufrimiento era opcional. Saber diferenciar el uno del otro es la sabiduría que necesitamos, pues en esa disección encontraremos la puerta de la salida que se encuentra en el mismo dolor como dice el cristianismo.
El masoquista lo sabe diferenciar muy bien y sabe como provocarse dolor y disfrutar del sufrimiento. El torturador sabe como provocar dolor en los demás y disfrutar del sufrimiento ajeno. Es una frontera que es nítida cuando se explora pero que es impenetrable cuando se ha confundido y no se llega a diferenciar.

EL DOLOR ESTÁ EN LA NATURALEZA

El dolor está en la naturaleza humana y el mismo mundo aunque solo le prestemos atención al que se evidencia con el sufrimiento. Es inevitable, se produce como reacción innata ante determinados acontecimientos que podemos denominar dolorosos. Tanto físicos, como mentales o psicológicos, tenemos codificados esos dolores, desde el dolor de muelas, oído o cabeza… hasta el dolor por la muerte de un ser querido.
Nuestra ciencia ha dedicado una gran esfuerzo a mitigar el dolor. Todas nuestras drogas legales o ilegales tienen el sentido de evitar o paliar los dolores, incluso el sufrimiento, pero este último como veremos por su naturaleza es difícil de atacar, de hecho no encontramos una pastilla en el mercado que nos evite el sufrimiento y acabe con él.

DOLOR Y SUFRIMIENTO

La clave para diferenciar dolor y sufrimiento está en el impulso de huida programado para apartarse del dolor como programación automatizada y reactiva del instinto de supervivencia. Nos apartamos del dolor porque pone en peligro nuestra propia vida según lo entienden nuestros mecanismos más automatizados de respuesta en nuestro sistema nervioso. Es ahí justo al inicio de la huida cuando debemos darnos cuenta de la necesidad de apartarse por un instante para tomar conciencia del dolor e identificar su naturaleza e idiosincrasia, sostener para observar y contemplar. Y aquí es donde surge el entrenamiento de la MENTE COMPASIVA que en nuestras clases de Mindfulness se entrena desde el Nivel I, es decir, desde el principio.

LA MENTE COMPASIVA

La MENTE COMPASIVA, junto con la MENTE DEL OBSERVADOR y la MENTE DEL TESTIGO es la que entrenamos desde el primer día. Los alumnos buscan en el cuerpo zonas en las que la mente interprete la situación como incómoda y sostienen la observación, la atestiguan y contemplan con compasión, sin juzgar, etiquetar o querer saber, tan solo respirando en esa zona.
Este entrenamiento vital es necesario para abrir un espacio de consciencia entre el dolor y su interpretación racional que nos permita saber que hay “SOBRE EL DOLOR”. Lo que encontramos son interpretaciones que arrancan de nuestras memorias que arrastran interpretaciones por experiencias pasadas propias o étnicas y por ello genéticas (vamos, que van grabadas en nuestro código genético). Esas interpretaciones necesitan a la parte racional del cerebro para juzgar y etiquetar y ahí comienza el juego del sufrimiento.

LA ARQUEOLOGÍA DEL SENTIMIENTO

SUFRO y MIENTO decía un santo español. Es la mente la que se coloca “SOBRE EL DOLOR” para interpretarlo y juzgarlo generando con su juego una emoción o sentimiento, SIENTO y MIENTO, sobre el acontecimiento vital provocando la aparición de una capa sobre el dolor, una capa, como la ira, la tristeza, el hartazgo, el miedo, la sorpresa, todas menos la alegría, que no está invitada a la fiesta del dolor. Cuando esa capa superior “SOBRE EL DOLOR” se hace gruesa y profunda comenzamos a tener que hacer “arqueología del sentimiento”, es decir, tenemos que ir retirando las capas una a una, en este trabajo el terapeuta puede acompañar al paciente durante un largo tiempo, pues son mecanismos reactivos que enraizan con creencias muy profundas del ser humano y que requieren paciencia. Lo que realmente está produciendo el sufrimiento es ese cúmulo de sentimientos que se han colocado sobre el dolor y lo magnifican y sobredimensionan hasta hacerlo insoportable.

Sobre el dolor

MINDFULNESS y dolor

El aquietamiento mental se hace necesario y el Mindfulness aparece como la herramienta de entrenamiento adecuada para sostener y contemplar el dolor con el fin de ir desmontando las capas de sentimientos asociados de manera reactiva y desnudar al dolor dejándolo en la expresión natural que es para contemplarlo y poder trascenderlo. Sobre el dolor se construyó el Mindfulness en una de sus vertientes.
NO se evita el dolor, pero Mindfulness amortigua y mitiga el sufrimiento asociado. Con el tiempo y el debido entrenamiento vemos cómo se genera la RESILIENCIA una actitud humana tan valorada en estos tiempos que permite sostener capítulos dolorosos con entereza, sobriedad, fortaleza y gran disposición de ánimo.
El próximo día 15 he sido invitado a dar una charla sobre esta perspectiva del Mindfulness a las cinco y media en el Hotel Abba Fonseca por al ASAPAR de Salamanca. Hablaré SOBRE EL DOLOR desde la perspectiva del Mindfulness.

OTRAS ENTRADAS DEL BLOG SOBRE EL DOLOR:

Ay! dolor, dolor, desventurado dolor que todos te esquivan.

Nadie quiere tu compañía.

Más en el mundo estás y del mundo eres. (Amé).

El 29 de abril de 2015 escribía en este blog sobre el dolor (enlace)

El 22 de noviembre de 2014 escribía sobre la víctima (enlace)

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