Si volviste a caer.
Sin de nuevo te encuentras tirado.
Si estas sin fuerzas y desanimado.
Si todo parece lo mismo que ayer.
Y ayer es hoy y, tal vez, mañana.
Si sabes que tienes que repetir el camino.
Si conoces el sendero que un día, ya lejano, transitaste.
Si te da pereza y el desaliento acude a la cita.
Entonces, sólo entonces, sabrás que has llegado, que el final lo has conseguido y que con la sabiduría acumulada vuelves al camino.
Y serás valiente hijo mío cuando con la mirada al frente, emprendas de nuevo el camino, que por igual no es el mismo, que por idéntico sólo es camino.
Que la vida es tan sólo la infinita aventura de un mismo camino.