No solemos utilizar esta palabra.
Nuestros abuelos la utilizaban para expresar que la sopa estaba tibia, ni fría ni caliente. Pero nosotros no tomamos ahora tanta sopa.
Ni blanco, ni negro, el gris se ha vuelto el color preferido, de hecho creo que esta temporada estará de moda en el vestir.
Lo gris, lo tibio, la tibieza en Desarrollo Personal es la actitud dominante en la sociedad. Vamos, que no nos mojamos, que si pero no, que ni para adelante ni para atrás, que ni de derechas ni de izquierdas, ni de arriba ni de abajo, ni blanco ni negro, y es los extremos se tocan y nos han dejado de gustar, además de que mentalmente no está todo tan claro.
Nuestra mente tiene muy aprendido lo que no quiere, lo negro, pero lo claro, la luz, lo que quiere, no lo tiene tan aprendido y se mueve en los grises, tal vez por eso lo llaman la «materia gris».
Tener la ideas claras suele aportar luz, pero aún nos queda tener claro lo que sentimos, no sólo lo que pensamos y esta faceta no la ponemos tanto en práctica.
Este eterno gris que aparenta ser la vida no es más que eso, una apariencia. Tener las ideas claras no es el fin, es uno de los medios que junto con los sentimientos deben acercarnos a la claridad de la luz que es la vida, pues la oscuridad no existe al ser sólo ausencia de luz.