PAZ.
Haya PAZ. Tener PAZ.
Todos queremos la PAZ.
Y todos nos consideramos pacíficos.
¿Quién entonces hace la guerra?
Salvo tribus muy antiguas las civilizaciones han generado procesos educativos enfocados a la paz y la convivencia. Las familias inculcan valores de fraternidad. Las sociedades fomentan las relaciones de cooperación y desarrollo.
Pese a todas las aparentes cautelas la Paz no reina en el mundo e incluso algunas veces en nuestras propias vidas.
El guardián de la PAZ hasta ahora ha sido la mente. Que no sabe perdonar, soltar, pues está entrenada para memorizar y le cuesta perder la razón de toldo aquello que conculca los principios de su propia existencia. La mente como guardiana de la PAZ es COMO poner a la zorra a cuidar del gallinero.
En Desarrollo Personal se enseña a ser un hombre y una mujer de Paz. Se aprende a soltar. Se aprende a quitarle a la mente el protagonismo. Se aprende a gestionar los deseos de guerra dentro de uno mismo pues se aprende a no proyectar en los demás nuestros propios sentimientos de frustración, odio, envidia, vanidad, orgullo, codicia…Se aprende que la PAZ antes que un derecho es una actitud, un carácter generado por hábitos y costumbres y por ello una responsabilidad personal intransferible.
Estamos dotados de un corazón cuyo entrenamiento es vital para ser hombres y mujeres de Paz.