Un callejón al que llegamos muchas veces:»Hoy no he hecho nada» o como dirían nuestro abuelos «No he dado un palo al agua.»
Cuando tienes metas y horizontes de tareas la sentencia anterior cobra sentido. Más cuando se trata de un juicio severo, una crítica a nuestra actitud del día, debemos tener el sumo cuidado de saber y sentir si lo hemos hecho de manera consciente o reactiva.
Nuestra mente está entrenada para hacer. «No hacer nada» es un hacer para muchas mentes y el resultado está en que se sienten satisfechos de no hacer nada. Son lo que nuestros abuelos llamaban «vagos o gandules». Es tan mental la actitud que algunos no pueden estar sin hacer nada, tienen que estar haciendo algo porque se aburren.
En Desarrollo Personal «No hacer nada» es una actitud consciente y necesaria para que surja el Ser. Hablamos del «Hacer-Hacer» como la actitud que nos ha lastrado lejos del Ser.
Parar, soltar y SER en el ahora sin hacer nada es la prueba de la serenidad más eficaz.
Si cuando decides parar tu mente te ataca diciéndote que tienes que hacer- hacer comprobarás la desazón y el nerviosismo que provoca no hacerle caso.
La gran excusa para todo es:»Tengo muchas cosas que hacer». Hasta de vacaciones algunos no paran de hacer cosas.
¿Y tú cuando paras?
P.D.: Ver la tele no es parar.