Nuestras queridas prisas. Siempre con nosotros, no nos sueltan, son como parientes o amigos de los que se cuelan en casa por que una vez les invitaste a quedarse una noche y llevan media vida.

Todos tenemos un patrimonio neto de prisas que renta estrés, es el tipo de interés que las prisas suelen abonar a quienes las acogen, a modo de renta de un arrendamiento.

Cuanto acumulamos prisas y acumulamos estrés se produce en la vida un desencadenamiento sucesivos de acontecimientos cuyo hilo conductor es que vas muy deprisa por la vida, a tal velocidad que la vida pasa sin darnos cuenta y cuando menos te lo esperas estás ya en….Como pasa la vida que de pronto son años dice la canción.

Hay que tiene la creencia de que solo las prisas suelen dar testimonio de eficacia y trabajo. Por la contra quien se toma las cosas con paciencia y otro ritmo a veces nos desespera y suele ser tildado de vago e ineficaz.

La vida pasa, si que pasa, tan deprisa en este viaje cósmico que basta con que la vida misma nos mueva, no hace falta que nosotros incorporemos ningún velocidad añadida.

En Desarrollo Personal saber disfrutar de cada instante, cada momento de la vida, saborear la vida es toda una ciencia que se aprende y por supuesto se enseña.

Si tienes prisa por acabar de leer este artículo tranquilo que ya acabo.

Dicen los abuelos que las prisas no son buenas para nada pero al parecer no hemos aprendido aún hacer realidad el consejo.

Te dejo que tengo prisa…

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