KERKAPORTA
Los bizantinos perdieron Constantinopla por dejar olvidada una pequeña puerta en las murallas. Un ojo de aguja por el que entraron los asediadores.
En Desarrollo Personal tenemos que ser muy conscientes de cuales son nuestras «kerkaporta» como debilidades y las «kerkaporta» como estrategias.
Como debilidades son todos aquellos puntos o situaciones a los que no damos importancia, que descuidamos, que pasan desaperbidos y que acaban con nuestra serenidad y felicidad. Nuestras actitudes dejadas y olvidadas a las que no damos importancia pero que minan al final nuestro bienestar. El lenguaje verbal, reacciones reactivas, posturas corporales, pensamientos rumiantes, sentimientos anclados, creencias limitantes…Para cambiarlos hay que observarlos primero.
Como estrategia se trata de tener presente la importancia de lo pequeño, de los gestos, de lo cotidiano. Con pequeñas metas a modo de peldaños se construye una gran escalera que es capaz de cambiar toda nuestra vida. Pequeños hábitos que repetidos generan constumbres, que repetidos generan un carácter.
KERKAPORTA. Un pequeño grano que acaba con nuestra salud o un pequeño gesto, el comienzo de una gran meta.
Desdeñar lo pequeño es olvidarse de que la vida está hecha de pequeñas partículas que a su vez se descomponen en aún otras atómicas partículas.
Seamos amantes de lo pequeño. Seamos conscientes de lo pequeño.
Un beso y una sonrisa son la KERKAPORTA de la felicidad.