Como si las vacaciones hubieran sido un espejismo, cuando volvemos de las vacaciones es muy común escuchar la típica frase de «Hay que volver a la realidad» en tono lastimoso o simplemente desenfadado.Es más a quien incorpora el «otra vez lo mismo todos los días».
Son para muchos momentos de lamentaciones y suspiros. Parece como si toda la energía acumulada durante las vacaciones se hubiera difuminado. Se habla incluso del «síndrome postvacacional» que sufren quienes padecen sentimientos más poderosos en la vuelta al trabajo.
Aceptar es el primer paso. La vuelta produce sentimientos. Aceptarlos sin juzgarlos sería el primero paso. Si no me gusta volver a trabajar y no me gusta el sentimiento que me genera volver a trabajar, comienzo una espiral de pensamientos y sentimientos que nos desbordan. Podemos comenzar cambiando el lenguaje, siendo más consciente de lo que digo, pero sobre todo de lo que pienso. Cambiar el pensamiento a través del lenguaje es tan sencillo como que solo se puede pensar con palabras.
Busca tus pensamientos «mantra» que te vas a repetir y vas decir y ponlos en práctica. Repítelos en silencio y exprésalos a los demás en cuanto puedas. Te proponemos las siguientes a modo de ejemplo:
.-«Ya queda menos para las próximas»
.-«Adelante, otro año más, que yo puedo».
.-«Hemos vuelto con salud, es lo importante».
.-«……»
Seamos conscientes del lenguaje interior, de como nos hablamos y de lo que decimos.
SIEMPRE ADELANTE.