Quién manda pregunté? La mente afirmó sus razones. El cuerpo expuso su fuerza. Las emociones desplegaron sus sentimientos. El corazón se mantuvo callado. Quién manda? No se pusieron de acuerdo. Decidí tomar el mando. Más quién eres tú me preguntaron? El corazón entonces habló: El ES.