«Estoy cansado», expresión típica de abatimiento. Solemos estar cansados de muchas maneras. El cansancio provocado por el ejercicio físico lo conocemos bien y sabemos su remedio. La falta de sueño también nos cansa y es de fácil solución. Más existe un cansancio mental que es diferente a los otros y que a veces no sabemos como ha llegado o como tratar.
Aceptar es el camino. Hay que parar. Hay que pasar del modo «hacer» al modo «ser».
Respirar el cansancio lo segundo. Sí, he dicho bien, respirarlo y verificar en que parte del cuerpo la respiración muestra el cansancio pues las emociones se manifiestan en el cuerpo.
Localizado el punto del cuerpo que respira cansancio focalizarse en ese punto y observar la mente y los sentimientos que surjan. Son pistas maravillosas de lo que está agotando nuestra batería energética.
El cansancio mental es la alarma de que la batería energética está llegando a su fin, es una maravilloso despertador que la mayor parte de las ocasiones no sabemos utilizar e interpretar. PARA!!!!! BASTA!!!!! habrá que decirle a la mente que no para de pensar.
Algunos dirán, esa es su creencia, que la mente no puede dejar se pensar. ¿Qué es un pensamiento?. Recientes estudios neurológicos han observado las mentes pensantes y han observado como disminuye sustancialmente la actividad pensante con un ejercicio y entrenamiento adecuado. Ahora podemos enfrentar el cansancio mental con hábitos, que generan constumbres, que generan un carácter y así convertirnos en seres menos cansados y dotados de mayor vitalidad.
Mindfulness es una metodología frente al cansancio mental.