BUENOS SENTIMIENTOS.
El sentimentalismo es una tendencia de vida que pone en el centro el producto de la unión de las emociones y los pensamientos.
El sentimentalismo es la tendencia a provocar y provocarnos sentimientos adecuados a la situación y circunstancias del momento.
La solidaridad es el sentimiento más valorado hoy en día.
Gracias a la empatía podemos ejercer mejor la solidaridad.
Hay quienes sólo viven de buenos sentimientos y corren en pos de ellos, de quienes se consideran dueños y señores. Este patrimonio intangible supone para muchos lo que se denomina ser una «buena persona» y es el cenit de su Desarrollo Personal.
Durante siglos y en todas las religiones y filosofías encontramos sin embargo la invitación a un «renacer» que deja en superficial los sentimientos o el sentimentalismo. Hay que volver a nacer.
Este nuevo parto va más allá de los sentimientos y nos permite acceder a un mundo nuevo donde los sentimientos no son el fin si no el medio. La solidaridad se sustituye por la unidad y la empatía evoluciona a la sincronización y resonancia con los demás.
Quedarnos a sentir y buscar sólo sentimientos positivos es la zona de confort más sólida que conozco y la creencia más robusta. Quedarse ahí es darle a la vida el valor de un pensamiento y una emoción, que no es otro que finitud.