OLVIDO DE SÍ.
Es una actitud mental.
Para el corazón es su esencia.
Es la mente la que está programada para custodiar la historia de lo que somos y que suele estar rellena de sucesos elegidos conforme a una serie de reglas que nadie ha decidido y que en Desarrollo Personal denominamos «programaciones mentales» que se pueden cambiar.
Esta actitud de la mente a ocuparse y preocuparse de lo suyo, de lo mio, del yo, siendo necesaria para la supervivencia es nociva para la convivencia.
«Eres un egoista, sólo piensas en ti». Un reproche muy típico. Y es así, es tan cierto como que ahora lees este post. Somos egocentricos.
Gestionar el egocentrismo solucionará «todos» los problemas que el «ego» tiene. Y digo los del ego. Pues hay circunstancias que nos trascienden que requieren otras actitudes.
Hay quien antepone a cualquier circunstancia o persona sus propias metas. Un estilo de vida ya testado en el pasado y fracasado. Pese a ello muy asentado hoy en nuestra sociedad.
Más quienes hacen de su meta el acompañamiento a los demás en la consciencia clara que no están aquí para salvar a nadie pero en la conciencia de que su misión es el acompañamiento de todos cuantos le rodean y hacerlo desde el corazón, logra desmontar la programación mental iniciatica e implementa un nuevo programa que se basa en el otro como principio y fin de nuestras vidas, logrando un equilibrio vital que sorprende a quien lo contempla.
Quienes han logrado este equilibrio son admirados y puestos como ejemplo de humanidad. Y es que ser humano es olvidarse de sí
¿Y que hay de mí, de mi vida, de mis cosas, de mis metas?: Querido yo, tú eres Ego y eres el primero al que hay que acompañar y compadecer.
El descentramiento de uno mismo hacía el centro que es el AMOR. Es la actitud.