REFLEXION: ?Vivimos en una mediocracia? La incapacidad para crear y apreciar la excelencia, o sea, la mediocridad, es necesaria, ya que un mundo de genios seria indomable. Pero tambien tiene una vertiente maligna que intenta destruir a todo individuo que destaca (Muy 356)
Existen tres grados de mediocridad:
La simple, que es la forma más sencilla e inocua, aunque quienes la padecen son incapaces de toda creatividad e incluso no saben distinguir la excelencia en los demás.
El segundo tipo es el de los mediocres pseudocreativos que son aquellos que se esfuerzan en imitar a los creativos auténticos en una tendencia claramente pretenciosa de ostentar y aparentar poder y hasta genialidad.
Y existen aquellos que estarían en el tercer grado de mediocridad, el de los dañinos y agresivos, quienes no sólo son incapaces de valorar a los mejores, sino que se proponen destruirlos, porque no los soportan. Entorpecer o aniquilar a las personas brillantes sería su lema. La historia es pródiga en este tipo de personajes e instituciones
Así la mediocridad tiene como aliados la envidia, la copia, el conformismo, la adaptación, la tradición, la inercia y la costumbre. Mientras que la excelencia es amiga de la admiración, la creatividad, el inconformismo, la rebeldía, la innovación, la curiosidad y la iniciativa.