TRECE
Paciencia.
La paciencia está hecha de espera y la espera de amor.
El enamorado espera.
La impaciencia es una gran aliada pues nos viene a traer un mensaje: La mirada que tenemos de la vida está exenta de amor. En esos momentos no hay amor en nuestra vida.
Tenemos la creencia de que son los demás y las circunstancias los que «me ponen de los pelos» cuando viene la impaciencia. Más somos nosotros mismos los responsables de ella.
Ser conscientes de la impaciencia es estar alerta para poder gestionar adecuadamente el momento presente y con la introspección verificar porque no me siento amado, que parte de mi estoy rechazando, y por ello se siente rechazada, falta de amor.
El hombre y la mujer con autoestima es paciente, sabe esperar, pues no necesita nada ya que lo tiene todo: el amor y el amor es paciente.