Fue Alejandro Magno quien al morir y ante la pregunta de dónde estaban sus riquezas contestó:»En los bolsillos de mis amigos. »

De los bolsillos de los amigos podemos sacar y/o meter riquezas.

No se trata de dinero, se trata de todos cuantos intangibles disponemos para tener una vida plena y llena de gozo y felicidad.

Pequeños y grandes gestos en pequeñas o grandes circunstancias que la vida nos pone delante.

Una sonrisa, un abrazo, un beso, una palabra, un silencio oportuno, un servicio concreto, un olvidar, un recordar, una mirada, un llanto acompañado, un siempre adelante.

¿De que están llenos los bolsillos de nuestros amigos?

En Desarrollo Personal la gratitud es una de las actitudes más poderosas sobre la tierra. La que nace del corazón. Y cuando nos metemos las manos en los bolsillos y encontramos todo lo que nuestros amigos nos dan está fácil agradecer. Cuando no somos conscientes de lo que recibimos está fácil desagradecer y ser ignorante de la dicha que nos rodea. Más meterse las manos en los bolsillos y no encontrar nada y aún así llenar los bolsillos de los amigos es la prueba palpable de que la gratitud como don y actitud está anclada en nuestras vidas más allá de la mente, que siempre exige el dar-recibir, está anclada en el corazón y forma parte y es expresión del amor que somos.

«Hay que saber ser agradecidos» dicen nuestros abuelos, más ahora sabemos que la gratitud es la actitud de dar sin esperar.

Cuentan las antiguas sabidurías que hay cuatro tipos de hombres:

.-Quien se cree que el mundo es una teta para mamar hasta la última gota.
.-Quien se cree que la vida es un equilibrio entre dar y recibir. Así recibo, así doy.
.-Quien da por gusto y complacencia. Porque me hace sentir bien conmigo mismo.
.-Quién hace de su vida un dar.

«Ama hasta que duela»(Teresa de Calcuta).