COMO PAPEL ARRUGADO.
Coge un papel y aprietalo con la mano hasta que quepa en un puño. Luego intenta devolverlo a su estado original. Imposible verdad, como mínimo quedan las arrugas y por mucho que me esmere es imposible volver a tener la textura original.
Pues así ocurre con nosotros mismos cuando nos tratamos sin piedad con una excesiva y prolongada exposición a energías provocadas por sentimientos muy contractivos como la tristeza, la ira o el miedo…
Detrás de nuestros pensamientos viene la energía que provocan y supone la exposición a poderosas fuentes de vida o muerte.
No hace falta el mundo. Solo nos hacemos falta nosotros mismos para crear cielo o infierno en nuestras vidas.
Hemos sido criados y educados en la mente y con palabras se forjan los pensamientos. No nos han enseñado más. Y hay más.
Aprender a comunicarnos sin pensamientos y palabras será el reto de las futuras generaciones al igual que cuando se creó el lenguaje o la escritura durante mucho tiempo existieron analfabetos, ahora, hoy, nos enfrentamos a un nuevo aprendizaje. Ni más ni menos que estar y hacer desde el Ser sin palabras. Será necesaria la consciencia y la consciencia nos dará la posibilidad de darnos cuenta y al darnos cuenta podremos arrugar cada vez menos papeles en nuestra vida.
Conocer la nueva forma de comunicarse será lo que diferencie en el futuro a los hombres y mujeres. ¿Cuándo quieres comenzar tu aprendizaje?