ACTITUD NAVIDEÑA :. – Asombrarse.
Treinta días-Treinta actitudes: 13
El ausencia de asombro es la mayor prueba que existe de la existencia en nuestras vidas de desánimo y cansancio vital. Al que nada le asombra está muerto por dentro dicen en Desarrollo Personal.
La capacidad de asombrarse o lo que os lo mismo la capacidad de sorprenderse. La primera un sentimiento, la segunda una emoción. La primera requiere humildad, la segunda es automática.
Quién no cultiva la humildad nada le asombra pues la incredulidad le impide ver más allá de lo que se ha decretado como verdad.
Los niños se sorprenden con mucha facilidad. El asombro requiere un pensamiento que el niño aún no elabora. El adulto se asombra ante lo que otorga trascendente a sus creencias y representa la mente abierta.
En estas fechas es el asombro la que nos permitirá ver la Navidad de manera diferente. Por el contrario si no existe capacidad de asombrarse todo será «más de lo mismo» como dicen los que carecen de esta actitud. Y cada año es lo mismo.
Asombrate en la vida y la vida te sorprenderá.