No hay nada que produzca más desatención que tener prisa.
Quién tiene prisa sólo tiene una cosa: Prisa y es lo único que puede dar: prisa.
Tener en prisa es priorizar, establecer una Meta inmediata, cercana en el tiempo.
Se desborda el cuerpo, su corazón late acelerado, sólo pienso en la posibilidad de llegar o no llegar, me hago bipolar, y, las emociones se disparan llegando también a desbordarse.
«No me enteré de nada es que tenía mucha prisa….» decimos muchas veces.
Las prisas nos dejan sordos, ciegos e insensibles al entorno.
Es un gran campo de pruebas para practicar mindfulness.
¿Quién tiene prisa ahora?