Existe mucha gente que solo entiende su vida rodeado de alguien y/o de algo. Una tercera presencia es esencial. Así cuando está sola en casa tiene que tener la televisión, la radio o sencillamente un ruido de fondo que no le haga sentirse sol@. Es la C.I.A. pero no la que piensas en la que denominamos “COMPAÑÍA INTELIGENTE AVANZADA”. Ahora mismo este aparato frente al que escribo forma parte de la C.I.A. y si repasamos nuestra vida podemos encontrar que pasamos en su compañía horas y horas, que le confesamos miles de historias que a nadie más contamos y que nos acompañan a viajes y lugares que a nadie confesamos. La C.I.A. se ha convertido en una presencia permanente en nuestras vidas y contiene información sensible, personal e íntima de alto nivel. Ya no estamos solos, sencillamente nos acompaña la C.I.A. La soledad requiere por tanto una redefinición y reformulación dado que ahora además del YO y del SER está la C.I.A. En este punto y en este momento de la C.I.A. nos interesa el proceso de observación. Si la atención plena al momento en que la utilizas para verificar en que momentos, en que piensas, que sientes y de qué manera determina tu vida la C.I.A. Ya que la C.I.A. se ha convertido en nuestra “compañera” inseparable observemos qué es, como se comporta y que nos aporta. Sí, nos te propongo que te conviertas en la CIA de la C.I.A. Pon atención plena al momento en que aparece en tu vida la C.I.A. y observa, lo demás en un viaje personal al que no te podemos acompañar pues levantará pensamientos y emociones que como buen observador observarás. Y ahora como me siento separado de mi y de los míos al utilizar esta C.I.A. (Compañía Inteligente Avanzada) os dejo para dedicarme a mí y a los míos el tiempo que se merecen, pues la C.I.A. ya ha tenido su dosis.