CRONICAS DE UN PUEBLO VII.

Aquí los pájaros son unos habitantes más. Suelen cantar por las mañanas. Como saludando al sol. Si te levantas temprano puedes oir el concierto matutino.

Nadie tiene pájaros enajulados. Como bien dicen ellos:» para qué, si tenemos la mejor jaula del mundo que son estos montes».

Rodeados de montañas el pueblo conforma un precioso valle en el que bien pensado puede asemejarse a una jaula

Los animales aquí son muy respetados. Cerdos, vacas, gallinas, conejos…y los que habitan silvestres y salvajes la montaña son seres que comparten su vida. Forman parte de nosotros, dicen, cada uno nos da lo que nos tiene que dar y nosotros le damos lo que les tenemos que dar, reflexionan algunos. Es un equilibrio natural que  procuramos respetar, me dice un cazador. Sólo tomamos de la naturaleza lo que necesitamos afirman.

Cuando les hablas de ser ecológicos se rien, unos porque dicen que les hace reir la palabra. Otros porque la entienden y dicen que lo son más que nadie. Todos porque en el fondo saben que son cosas de la gente de ciudad.

NATURALEZA. ¿Cómo hablar de tu casa?. Qué diríamos si nuestra casa y forma de vida fueran la propia naturaleza. Seguro que ninguno se calificaría de ecológico pues sería como presentarte a otra persona que acabas de conocer como:»hola soy un ser humano» y es que lo natural no suele describirse.

Somos ecológicos porque necesitamos serlo ya que no vivimos de forma ecológica no es lo natural en nosotros. Sin embargo para estos hombres y mujeres está en sus genes y naturaleza y por tanto son el propio concepto. Y todos sabemos que lo definido no puede estar en la definición.

NATURALEZA.  Volver a la naturaleza es volver a casa. Al concepto. Mientras tanto seremos reclamados por ella y la llamada puede ser o no atendida pero seguirá existiendo pues somos parte de ella y todo en todo y con todo formamos una sola naturaleza creada.