Hacer balance, lo hacen las empresas. Pocas son las personas que aprovechan el parón del invierno para hacer balance y para diferenciarlo los denominaremos «BALANCEARSE»
Para balancearse son necesarias varias premisas:
- Sinceridad
- Sinceridad
- Sinceridad
Un buen balanceo requiere sólo de una sinceridad plena.
Engañarse así mismo es una estrategia para evitar el sufrimiento de enfrentarse a la realidad.
No es el momento del vaso medio lleno, que ese lo conocemos bien, es el momento de las sombras. Recapitular sombras forma parte del «Balanceo».
Busca en las sombras para hacer el «Balanceo».
Para el recuento de sombras es imprescindible una herramienta vital que es la introspección sin ella mal vamos a llevar el inventario.
Esta es la etapa más dura en la que agotamos la sinceridad, por eso tenemos tres cargas de sinceridad como decía al principio.
Finliazada esta fase comienza el discernimiento. En esta fase olvida al Juez y contrata al mejor Observador Desapegado. Otra carga de sinceridad agotarás en este proceso.
Contrata un buen Observador Desapegado.
Hacer un «balanceo» con perspectiva precisa del desapego. Observarse como si de uno mismo no se tratara. Tomar distancia para tener un mejor plano.
Por último y para terminar con nuestras cargas de sinceridad nos queda la fase de la síntesis. Sintetiza lo más posible. Deja el discurso. Dibuja. Haz un dibujo de tu balanceo.
Dibujar hace trabajar a los dos hemisferios del neurocortex.
Finalmente contemplar el dibujo.
Disfrutar del balanceo es la clave.
Es un juego de niñ@s. Se trata de balancearse. Disfruta del proceso.