AMOR como sentimiento.
Un sentimiento se compone de una parte emocional y otra mental.
Ambas son efímeras. Efímeros son los sentimientos. Pierden intensidad y hasta desaparecen.
Un sentimiento se trasforma en un recuerdo y como tal tiene parte de memoria. La memoria puede perder la intensidad de los datos y matices. Permanece entonces la parte emocional reactiva ante el recuerdo.
Un sentimiento puede generar poderosos deseos y los deseos son sueños elevados a la consciencia y poderosos motivadores.
Un sentimiento puede ser entonces:
El original, el recordado y el deseado. Sobre la misma persona puedo tener estos tres tipos de sentimientos.
Poner la vida en el Sentimiento del Amor es una necesidad del ser humano. Apegarse a ese Amor es la fuente de dolor más poderosa de la tierra. Cuando lo amado desaparece el sentimiento del ahora también. Aparece el deseo y el recuerdo y ambos generan sentimientos que se suele denominar en Desarrollo Personal «Duelo».
Quienes entrenan y desarrollan su Inteligencia Emocional saben gestionar el amor como sentimiento, más quien de estas habilidades carece queda a merced «de los caprichos de su corazón», cuál reza la canción, si bien, más quien queda al socaire de sus sentimientos, (pensamientos y emociones) que pese a ser creados como efímeros, adquirirán vocación de permanencia.
No es el Amor el que preocupa, pues el nos ocupa, que es su pérdida la que temo y temiendo amo y al temer amando muero porque no muera lo que tanto ocupa y preocupa. Y al ocuparme y preocuparme mi vida agota en esperas que desesperan. Ay! Amor, amor, que tanto quiero vivir y tanta vida me matas.!!.